domingo, 28 de agosto de 2011

Una breve historia de Chambacú

Chambacú fue un barrio de Cartagena ,ubicado en los extramuros del centro histórico de la ciudad, y desaparecido en 1971. Considerado en su momento el tugurio mas grande del país, fue el escenario de uno de los proyectos de erradicación de tugurios mas importantes en la historia colombiana.Se hizo celebre por haber sido el escenario de la obra "Chambacú, corral de negros", del escritor Manuel Zapata Olivella.[1]

Los primeros años

La isla de Chambacú en 1928


Antes de la segunda década del siglo XX Chambacú se hallaba prácticamente despoblada, y era una isla separada de tierra firme por los caños y lagunas que rodeaban al centro de la ciudad. La isla había sido propiedad del ex-presidente Rafael Nuñez, quien se la concedió a su cochero en agradecimiento por sus servicios. Pasó de un propietario a otro, hasta que la alcaldía municipal decidió comprarla, presionada por los asentamientos espontáneos de algunas familias que iban apropiándose progresivamente de los terrenos. Los nuevos pobladores provenían de barrios y de pueblos cercanos a Cartagena. Con el tiempo, y frente a la llegada masiva de nuevos vecinos, se fueron rellenando los cuerpos de agua para ir extendiendo las fronteras del barrio. Los pobladores se valieron de basura, cascaras de arroz provenientes de una arrocera cercana, y de todo tipo de materiales sólidos.[2]

Los años 50

Viviendas de Chambacú en 1955

Para 1955, mas de 20 años después de la conformación del barrio, la población total era de 8697 personas, agrupadas en cerca de 1200 familias. Debido a la incapacidad económica de sus habitantes, las viviendas habían sido construidas en materiales perecederos (madera, plástico, cartón), y muy pocas reunían condiciones dignas de vida. Muchas no contaban con los servicios públicos básicos (agua potable, alcantarillado o energía eléctrica)y eran demasiado pequeñas para la cantidad de personas que albergaban. El hacinamiento era un patrón generalizado en la mayor parte de la comunidad. Del mismo modo, carecían de escuelas, centros comunitarios y establecimientos de salud. Por tal motivo, los indices de analfabetismo y de proliferación de enfermedades eran elevados.

La falta de educación ocasionó que los chambaculeros se emplearan en oficios informales y poco remunerados. La mayoría de ellos se dedicaban al comercio ambulante y a la albañilería. La mayor parte de los ingresos mensuales por hogar estaban concentrados en la alimentación, por lo cual, era difícil realizar cuantiosas inversiones en el mejoramiento del hábitat. Dicha situación fue alimentando los argumentos de quienes habían venido insistiendo en la necesidad de erradicar el barrio y de trasladar a sus pobladores, dado que la imagen del sector afeaba al resto de la ciudad, y en ese sentido, constituía un supuesto perjuicio para el porvenir turístico de Cartagena. En 1955 salió a la luz publica el primer proyecto que visualizaba la remoción definitiva de la comunidad.

El proceso de erradicación

Erradicación en 1971

En 1955, el Instituto de Credito Territorial, la entidad encargada de coordinar la política estatal de vivienda, presentó una iniciativa para erradicar el barrio y relocalizar a sus habitantes en otro espacio retirado de la ciudad. La institución firmó un acuerdo con la Alcaldía de Cartagena en ese mismo año, y de esa manera se formalizó la alianza para emprender el proyecto. Se exportaron varios centenares de casas prefabricadas en Finlandia, y se comenzaron a realizar las gestiones para adquirir un terreno dentro del cual se ubicara el nuevo asentamiento. A pesar de que se tenia proyectado iniciar con las obras con celeridad, se fueron presentando inconvenientes alrededor de la nueva ubicación. Cuando se proyecto la instalación de las nuevas viviendas en una zona del sur de la ciudad, una escuela católica que estaba ubicada en sus inmediaciones protestó por la iniciativa e hizo un llamado para reconsiderar la ubicación del asentamiento, aludiendo los perjuicios que se ocasionarían dado el carácter "socio-moral" de los chambaculeros.

Una nueva dificultad surgió años después debido a una disputa entre la Alcaldía de Cartagena y el el Instituto de Crédito Territorial por los términos del contrato firmado en 1955. Los primeros afirmaban que con el paso de los terrenos de Chambacú a el Instituto, se había ocasionado un grave perjuicio al erario de la ciudad. La disputa, que duraría un par de años, se resolvió finalmente a favor de la alcaldía municipal. No obstante, dado los nuevos términos del contrato, el proyecto resultó desfinanciado y continuó siendo postegardo.

En 1969, después de un cuantioso aporte por parte del gobierno nacional, en aquel entonces presidido por Carlos Lleras Restrepo, se recogieron los recursos suficientes para reactivar el proceso de erradicación. Sin embargo, la negativa de los chambaculeros a trasladarse a los nuevo puntos de reubicación propuestos por el Instituto de Crédito Territorial (cinco puntos distintos ubicados entre los 5 y 10 kilómetros de distancia de Chambacú), retardó durante varios años la iniciativa. Luego de una larga negociación entre las autoridades civiles y los habitantes de Chambacú (también mediada por el desacuerdo alrededor del monto del avalúo de las antiguas viviendas, que los chambaculeros consideraban insuficientes), finalmente se llegó a un acuerdo que posibilitó la erradicación en 1971.

Despues de la erradicación


Barrio Nuevo Porvenir, uno de los centros de reubicación, en el 2008

La reubicación de los habitantes de Chambacú se adelantó en el curso de un par de años. Para finales de 1972, ya se hallaban reinstalados en sus nuevos asentamientos. No obstante, apenas unos años después comenzaron a aflorar los desatinos del proceso. Aunque el plan de reubicación había incluido un proceso de reinserción social de los chambaculeros, un estudio realizado en 1976 en una de las comunidades donde habían sido reinstalados, reveló que la condición económica de ellos no había variado sustancialmente, y que el analfabetismo y el desempleo seguían siendo elevados. Por otra parte, el traslado había generado una ruptura social con las comunidades receptoras. El temor generado por los medios de comunicación y la opinión publica en general, que había imaginado a Chambacú como un asentamiento de delincuentes, ayudó a fomentar episodios de discriminación en contra de los chambaculeros, que redundaron en su exclusión efectiva.[3]


Años atrás, el mismo Instituto de Credito Territorial, había decidido reinstalar en uno de los puntos de reubicación a todos los que a su consideración eran una amenaza para la sociedad por su inclinación permanente al crimen. Fueron ubicados en el perímetro de la ciudad, a 10 kilómetros del centro, en una urbanización a medio construir, sin algunos de los servicios públicos básicos y sin instalaciones comunitarias. Hoy en día, la mayoría de los barrios en donde residen los chambaculeros y/o sus descendientes gozan de mala reputación y aparecen en las listas de peligrosidad. Así mismo, también constituyen algunos de los barrios mas pobres de la ciudad.


Edificio Inteligente de Chambacú en el 2007


Mientras tanto, el terreno despoblado que quedó después de la erradicación, terminó en manos de la alcaldía de la ciudad, quien trazó varios proyectos urbanísticos para la zona (un centro internacional de turismo, una urbanización para las clases media, un centro comercial), que jamas fueron efectuados. Finalmente, a inicios de los años 90, y luego de un proceso comúnmente visto como algo irregular, pasó a manos particulares.Dicho evento fué denominado "el escándalo de Chambacú".

Chambacú en la literatura, la musica y el arte

Manuel Zapata Olivella


A pesar de que Chambacú es recordado en el imaginario popular cartagenero como un barrio peligroso, la obra de Manuel Zapata Olivella, "Chambacú, corral de negros", escrita en 1963, dotó al barrio de un contenido historico[4] y de una dimensión étnica. Efectivamente, y tal como él lo había retratado en su obra, Chambacú era un barrio habitado mayoritariamente por afrodescendientes. Dicha imagen ha servido de inspiración a numerosas canciones que hacen referencia sobre el."Cumbia Chambacú", quizás la mas celebre, muy popular en Centroamérica y que ha sido interpretada en numerosas versiones, siendo la mas reciente la del grupo costarricense "Kalua". Otras canciones celebres son "Chambacú" de Antonio Maria Peñaloza, interpretada por Totó la Momposina, y "La chambaculera" de Arsenio Asprilla y Gerardo Varela, interpretada por el cantante vallenato Diomedes Diaz. Una canción anterior a la obra de Zapata fue "Tambores de Chambacú" de Lucho Bermudez, de 1966.

En los años 60, Regulo Ahumada, un escritor y dramaturgo colombiano, retrató a través de una obra de teatro titulada "Chambacú", episodios de la vida cotidiana del barrio.

En los 40, el poeta cartagenero,Jorge Artel, escribió un poema titulado "Chambacú y El Espinal", haciendo alusión a los dos barrios populares cartageneros.

En el 2001, Juan Gutierrez Magallanes, un escritor y docente criado en el barrio, escribió un libro de crónicas titulado "Chambacú a la tiña, puño y patá" que narraba sus vivencias y recuerdos de la vida barrial.[5]

Curiosidades

Numerosas celebridades colombianas nacieron o vivieron en Chambacú, como es el caso de los boxeadores Antonio Cervantes "Kid Pambele", Rodrigo Valdez y Bernardo Caraballo y de cantantes como Petrona Martinez, Etelvina Maldonado y Estefanía Caicedo.

Una corta escena de "Queimada" (1969) dirigida por Gillo Pontecorvo, y protagonizada por Marlon Brando, fue filmada en Chambacú.

Referencias

  1. Manuel Zapata Olivella. Chambacú, corral de negros. Medellín: Editorial Bedout. 1983
  2. Orlando Deavila. Políticas urbanas, pobreza y exclusión social en Cartagena: el caso de Chambacú, 1956-1971. Tesis de grado para optar por el titulo de Historiador. Cartagena: Universidad de Cartagena. 2008.
  3. Orlando Deavila. Construyendo sospechas: imaginarios del miedo, segregación urbana y exclusión social en Cartagena 1956-1971. En: Cuadernos de Literatura del Caribe e Hispanoamerica N° 7. Barranquilla: Universidad del Atlántico - Universidad de Cartagena - Funsarep. 2008
  4. Elisabeth Cunin. Identidades a flor de piel. Lo "negro" entre apariencias y pertenencias: categorías raciales y mestizaje en Cartagena. Bogotá: IFEA - Uniandes - Observatorio del Caribe Colombiano. 2003.
  5. Juan Gutierrez Magallanes. Chambacú a la tiña, puño y patá. Cartagena: Instituto Distrital de Cultura. 2001
Tomado de:

Chambacú (Barrio). Wikipedia




martes, 16 de agosto de 2011

Chambacú: 40 años después



40 años han transcurrido desde aquel 16 de Agosto de 1971 cuando inició el desalojo definitivo de Chambacú. 25 familias salieron ese día con rumbo a “Las Lomas”, un barrio ubicado a unos 5 kilómetros del centro de la ciudad. En los meses que siguieron saldrían las más de mil familias restantes. Salieron para destinos distintos. Cinco barrios ubicados en diferentes zonas de Cartagena los acogieron. Tras una larga historia de más de 40 años de una vida compartida, allí moría Chambacú. Fueron más de cuatro décadas de una lucha permanente en contra de la pobreza, la exclusión y la discriminación en cualquiera de sus formas. Estos hombres y mujeres cerraron con la muerte de Chambacú un capitulo mas de sus vidas. Pero todavía el destino no les deparaba una suerte distinta. Desde el primer momento en que colocaron un pie en sus nuevos hogares iniciaron una nueva e ininterrumpida lucha en contra de los flagelos que debieron tolerar en las tierras anegadas de Chambacú. Con los enseres que llevaron consigo aquel 16 de Agosto, también se llevaron la mala fama del barrio y de sus habitantes. Como si se tratara de una plaga diseminada por las calles de la ciudad, fueron una vez más excluidos, segregados y condenados al olvido. Sin embargo, su memoria todavía perdura en los recuerdos de los chambaculeros que aun sobreviven al paso inevitable de los años. Sus hijos y nietos crecieron escuchando las historia de un barrio armado con basura, rodeado de aguas cenagosas, donde la gente no se moría de hambre en los tiempos de crisis porque siempre se podía esperar un plato de comida por parte del vecino. Este nuevo blog es un homenaje a la memoria de Chambacú y de sus hijos. Pero no solamente eso. Es también una apuesta por la recuperación de la memoria histórica de los barrios populares de Cartagena de Indias; una memoria negada y ausente de las páginas de la historia local. Este será un espacio abierto para quienes desean encontrar elementos, pistas y claves para reconstruir la historia urbana de Cartagena o simplemente para quienes deseen encontrar una ventana abierta a la ciudad desconocida que nació y creció por fuera del corralito de piedra, allí donde los héroes del día a día mueren sin la esperanza de ser inmortalizados en bustos, estatuas, letras y camellones.  

Chambacú comenzó a ser desalojado ya. Trasplante tugurial realiza ICT

Esté fue el titular que apareció en la primera plana del Diario de la Costa el martes 17 de Agosto de 1971 anunciando el inicio de las obras de desalojo del barrio.  
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Chambacú comenzó a ser desalojado ya. Trasplante tugurial realiza ICT

Por Luis Emilio Valderrama

“Un trasplante tugurial”, se le empezó a ser ayer a la capital de Bolívar, con el propósito de “cambiarle la cara”, por parte del Instituto de Crédito Territorial.

El director de la operación que consta  de varias etapas, no es ningún famoso cirujano, sino un arquitecto Raimundo Martínez Emiliani, gerente seccional de Inscredial.

Se trata, como ya lo pueden haber entendido de la erradicación y relocalización de la zona tugurial de Chambacú, en la que actualmente habitan más de dos mil familias.

Ayer desde muy temprano comenzó esta laboral, que se prolongara hasta mediados del próximo  año.

Con mucha táctica social el equipo humano del Inscredial en Cartagena, empezó la etapa final de un programa que lleva varios años de estar estructurándose.

Hoy por fin aquello que parecía una utopía: la erradicación, se hizo realidad y 25 familias humildes tuvieron la satisfacción mas grande de su atribulada vida: tener casa propia, y fue así como muy temprano facilitaron al máximo, para que se produjeran en volquetas el traslado, no hacia nuevos tugurios sino hacia una loma, que se denomina urbanización “Las Lomas”, ubicada entre los barrios Paraguay y el Bosque.

El ánimo de los primeros relocalizados se traduce en los siguientes términos: “ estoy muy satisfecha con mi casa”, dijo una humilde mujer del Choco de apellido Rivas, madre de 8 hijos, quien según relato a los reporteros tenia 6 años de vivir en Chambacú, pagando por una pieza pequeña 40 pesos mensuales.

Su esposo es un hombre que se gana la vida haciendo viajes,  con una carretilla de madera en el parque  Centenario, Juan José Solano, quien en el momento del traslado estaba en el trabajo.

Según informaciones obtenidas en la urbanización y entregados por los contratistas, las viviendas constan de 2 alcobas, sala, comedor, cocina y baño, construidos en un área de 36 metros cuadrados y con un lote total de 99 metros cuadrados.

190 casas se deberán construir, de las cuales 110, están ya en condiciones de habitar. El valor del contrato total haciende a 4 millones de pesos.

Veinte Diarias

El propósito de los directivos del ICT es erradicar en los próximos tres días, 20 familias diarias, para a partir de la próxima semana intensificar el numero.

Hoy se utilizaron 20 volquetas, 60 trabajadores, trabajadores sociales y sociólogos norteamericanos de los cuerpos de paz, para la gestión.

El impacto emocional que les puede causar la realización es amortizada con los trabajadores sociales, quienes incluso indican como deben distribuirse los enseres.

Hay un aspecto de gran significación, el hecho de que se traslada un tugurio tan inhumano como el de Chambacú a sus habitantes hacia urbanizaciones recién acondicionadas, elevándoles lógicamente el standar de vida.

No todos los que habitan en Chambacú son paupérrimos, hay gente, en su mayoría, de suficiente recurso que les permiten utilizar todo tipo de electrodomésticos que poseen, pero aun rodeados de lodo.

Es interesante anotar que un 40% de las familias erradicadas, habitaban casas pagando arriendo, ahora ese dinero lo invertirán para algo de sus viviendas.

Todos los campos en los cuales pueden tener problemas los nuevos adjudicatarios están previstos incluso hasta el educacional.

En efecto, a partir del próximo lunes, según el gerente Martínez Emiliani, habrá un bus escolar, para que se traslade hasta las escuelas existentes en Chambacú, a los niños que estaban recibiendo clases.

Esto será hasta fin de año, ya que para 1972 el Instituto de Crédito, tendrá funcionando en la urbanización “Las Lomas”, escuelas.

La mayoría de los habitantes de Chambacú, están consciente de lo que significa para ellos ocupar nuevas viviendas, higiénicas, sobretodo.

Saben con un poco de sentimentalismo que ya no estarán tan cerca del centro de la ciudad, pero también se han convencido de que es preferible habitar un poco mas lejos para gozar de comunidades locativas, y sobre todo, de higiene, de lo que han carecido por el sector que ocupaban durante largos años que allí han permanecido.

Nos contaban sociólogos norteamericanos que han trabajado con el programa que orientan en el mismo Chambacú, los doctores Edgardo María Pareja y Piedad Román de Rojas, con trabajadores sociales que unas señoras que fueron trasladadas hoy,  se llevo para su nueva casa hasta las matas que adornaban su vivienda, en el populoso sector de Chambacú.

Se trata con este programa que como viene dicho es a largo plazo de dignificar a un conglomerado, que no obstante de vivir en el “corazón de Cartagena”, ha estado marginado, por la presencia del hampa criolla.

Nota publicada el 17 de Agosto de 1971 en el Diario de la Costa de Cartagena.